La navaja de Ockham
Perdonad mi ausencia, pero me superan los acontecimientos. Tengo mucho que decir e intentaré hacerlo durante este verano.
Estaba leyendo Público y me ha
sobrecogido un artículo con dibujos de "torturas" atribuidas al régimen sirio y difundidas por un informe de "Human Rights Watch"(ya vimos su papel en otros conflictos como el libio) y que ellos cuelan en portada. Una vergüenza, pero éstas son las noticias que leen la mayoría de
ciudadanos que consideran reaccionarios los otros medios. Es
terrible; no tuvieron bastante con Libia... Este medio, como el
resto, se dedica a publicar titulares crípticos, tendenciosos, sin
ningún rigor, hechos para llamar la atención y alienar más a la
población colando sus mensajes reaccionarios y creando así un el
caldo de cultivo preciso para sus posteriores acciones, acciones de
los poderosos (que son a quienes pertenecen) y que extienden sus
tentáculos engañando, distorsionando la realidad, confundiendo. Ya
no hay ética ni moral y así se allana el camino para el populismo,
para el odio, para la indignación hacia lo que les interesa. Surgirá
la religión, sea cual sea, iglesia, partido u organización y
vendrán nuevos “iluminados” a "rescatar" al mundo con
su fanatismo. Nosotros, por incomprensión, cansancio o miedo,
estamos con los brazos cruzados.
Creo que debemos recuperar la ética y la moral personal, al margen de lo que veamos, del terrible espectáculo en el que vivimos y del que somos comparsas. Aprender a pensar y a indagar dónde está la verdad. Aprender a intuir por dónde llevan al mundo. Enseñar y hacer comprender qué se esconde tras farragosos textos, cuyo lenguaje y tecnicismos se ha extendido a la vida cotidiana.
A veces es muy fácil; como en el principio de la Navaja de Ockham, la explicación más sencilla acostumbra a ser la correcta.
Detrás de todo lo que leemos, vemos u oímos, está el poder. Y el poder lo da el dinero. Y quien tiene dinero quiere más y no le importa cómo conseguirlo.
Aquí estoy, aunque no escriba, dolorida y triste.
Comentarios
Això no és veritat Olímpia i tu la primera que no hi estàs!