Paseando por Barcelona

  



El espectáculo de la mimosa con el inmenso mar al fondo es buen comienzo de este sábado teñido de noticias.
He querido descansar un rato y haceros partícipes de mi itinerario. Os cojo de la mano como he hecho tantas veces, no como hija sino como madre, siempre mi mano tendida y mi vista atenta para controlar cabezas y gestos, con la alegría que da el compartir y la ilusión de sentirse acompañada.
Hoy no hablaré de mi padre aunque pudiera, porque es con él con quien paseeé primero, asida a su mano con la tranquilidad de saberme protegida y a salvo.  

Recién iniciado el recorrido nos encontramos con la nitidez del aire, el azul intenso del cielo y los verdes y marrones que se entremezclan en un anticipo festivo del carnaval que anuncia ya su llegada.
A pocos pasos de la entrada de la puerta del maratón del estadio, nos encontramos con una escultura formada por varias piedras enormes diseñadas por el coreano Kang Dae-Chul dedicada a su compatriota Young-Cho Hwang, ganador de la maratón  de los juegos olímpicos de Barcelona de 1992, con una inscripción en coreano y una frases de agradecimiento
La província de Kyonggi a Barcelona: "Cataluña, país favorecido por el arte y la historia. Barcelona, antigua y gloriosa ciudad. Kyonggi-do de Corea, tierra de oriental tranquilidad. Su luz brillante nos une, Ah! que sea perpetua esta cálida amistad."
Siguiendo por unas escalinatas nos encontramos con varias estatuas, al fondo la ciudad entre una capa de bruma. Los rincones con encanto se suceden, las enredaderas cuelgan airosas desprendidas de los altos pinos y se mecen con la suave brisa. Los frutos rojos de algunos arbustos, las flores amarillas, la luz tornasolada que se filtra entre las ramas, le da ese aire decadente que rezuma todo el parque. Pasamos por detrás de los jardines de Joan Maragall de una serenidad y calma inigualble y vemos una estatua de Clará sobre el cesped. Estos jardines rodean el Palacete Albeniz construido con motivo de la Exposición  Internacional de 1929 para uso de la familia real, a pesar de disponer ya del Palacio de Pedralbes. Actualmente sigue siendo utilizada por la casa real aunque sus jardines se abren  al público desde hace ya unos años. Siguiendo el camino nos acercamos a la famosa "Font del Gat".  Recuerdo la antigua canción.."Baixant de las Font del Gat una noia una noia, baixant de la font del gat una noia i un soldat..." Ja no está la Marieta de la canción pero sigue la fuente, ahora visitable y la cascada de piedra. Un gran portal con dos gatos anuncian la entrada de un lujoso restaurante, en sus tiempos lugar tradicional en donde se celebraban banquetes de boda y ahora con algún evento importante ya que nos encontramos con coches de alto estanding y mesas preparadas en la terraza. Se oye el gorgoteo del agua, lo seguimos y son unas fuentes y unos surtidores con varios sauces, el lugar reclama el sentarse a ver caer el agua...
Ya en el Passeig de Montjuïc pasamos por Poble Sec, cerca de la casa donde nació Joan Manel Serrat y nos encontramos con el refugio 307 . Es impresionante, imagino el horror de una guerra , 400 metros de túneles donde se hacinaba la gente durante los bombardeos. La ciudad todavía está repleta de heridas que agrietaron paredes y horadaron edificios, menos evidentes son las heridas que conservan todavía muchos ciudadanos y que la memoria histórica no les ha resarcido.
Ya casi en el Paral.lel (Paralelo) nos encontramos con la sala Apolo. En la esquina hoy ya remodelada y donde se alza un hotel, existía como prolongación unas atracciones infantiles cubiertas, de moda en aquella época, con túneles y vagonetas.  Parte de ellas ahora pueden verse en el bar "La Fira" en la izquierda del ensache barcelonés. El teatro Arnau todavía sigue en pie, con el bar "El retiro" en la esquina ambos cerrados y en pleno deterioro.  Lo que fue una avenida de ocio con cabarets y vendedores ambulantes (los recuerdo) ya solo quedan teatros y el restaurado "El Molino" obra de ingeniería en la que ha participado mi hermano y de la que está muy orgulloso.
Nos adentramos por lo que era la calle "Conde del Asalto" hoy "Nou de la Rambla" y una estatua de Raquel Meyer da la bienvenida a lo que en otros tiempos era la entrada al barrio chino.  El Bagdad un antro de porno venido todavía a menos, continua con su peculiar e inconfundible rótulo.
Llegando ya casi a las Ramblas no encontramos con el Palacio Güell, hoy en restauración.
Las Ramblas están siempre llenas de gente que deambula arriba y abajo, con terrazas de bares a los lados y turistas con enormes jarras de sangría y de cerveza. 
Son las fiestas de Santa Eulalia y delante de la catedral que están restaurando (con lo que dejan ya la evidencia de que su fachada se acabó de construir a principios del siglo XX) hay una muestra de folklore catalán. Bailes recuperados de antiguas tradiciones y ejecutados con gracia por "Esbart Dansaire de Catalunya". Una encantadora mujer explica los bailes con detalle dando idea de la riqueza humana que encierran muchos de ellos, al ser bailados en pequeños pueblos, cuando todavía el confraternizar se hacía festivamente con todos reunidos y era fuente de galanteos y relaciones futuras.
Va oscureciendo y la ciudad se ilumina, el bullicio, el colorido, los idiomas que se entremezclan, las caras, los ropajes y las casas adquieren otra dimensión. Se iluminan los interiores y el color ocre recuerda a otros tiempos. Las calles estrechas de irregulares piedras contrastan con el colorido de ese oriente ahora nuestro, que como farolillos inundan de luz sus rincones.  Nos colamos entre la gente por la calle Banys Nous, sus librerías antiguas, sus tiendas de antigüedades con señora antigua con sombrero atendiendo a una exquisita clientela, delicadas tiendas de ropa con las paredes descubiertas de estucados. Llegamos a la selecta cafetería donde se degustan dulces y especialidades de conventos y monasterios.  Volvemos hasta la Plaza de Sant Felip Neri repleta de gente y con una terraza que no reconozco. La fachada de la iglesia de Sant Felip Neri está totalmente maltrecha por la metralla. El día 30 de enero de 1938 se produjo el bombardeo que mató a la indefensa población civil, 48 personas la mitad niños. En su memoria no se ha restaurado la fachada. Es una plaza normalmente tranquila con una fuente y unos enormes árboles. Impresionan las paredes con la luz mortecina de las farolas, los restos del desastre están en todas partes, es un triste recuerdo de una guerra. En la esquina se ha instalado un lujoso  hotel. Como final de hoy de nuevo en la Ramblas con sus estatuas humanas y sus tenderetes de flores. Y Marina que ha ido también cámara en mano ahora  ante las flores extasiada.

Comentarios

L'Albert ha dicho que…
Molt maco, gracies.
josep-maria badia ha dicho que…
M'agrada, amb quin programa fas aquests muntatges?
Tot Barcelona ha dicho que…
Un buen paseo por Poble Sec. pero ..¿ porqué nadie nombra a Sisa ?..es uno de los mejores poetas, aq la altura de Serrat, y nacido 10 números más abajo de la portería de Joan Manel......Bueno me ha gustado el recorrido. ¡¡salut
Olimpia Willemenot ha dicho que…
Tienes razón, me he dejado al maravilloso Sisa. Me acordé después pero no recordaba en que lugar de Poble Sec había nacido. Todavía existen muchos recorridos por hacer, muchas gracias Miquel, ahora ya le sé..

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