Mandela



"Debemos enfatizar otra vez que la lucha de clases es lo central de la historia y no simplemente cambiar la piel de los oligarcas." James Petras

Nelson Mandela ha sido un líder que merece toda la admiración y respeto por su lucha incansable contra el apartheid, por la unidad de su pueblo y el intento de erradicar la pobreza. ¡Qué triste haberlo reducido a un icono y que esto le haya conllevado tan larga agonía y la dilución de su mensaje! Ahora, se pelean por su herencia. Cuestiones oscuras se ciernen sobre la familia… ¿qué hubo tras las acusaciones a Winnie Mandela, la esposa que fue portavoz en su obligado alejamiento en la cárcel? Opinad tras leer este artículo
Me ha emocionado la cantidad de condolencias que ha generado su muerte y la admiración que despierta su abnegada vida, pero falta hacer un análisis un poco más profundo de lo que ha significado y significó su lucha.


Me parece significativo que personajes como Obama, con el que comparte el Nobel de la Paz, lo valoren, aunque no es porque acabase con el apartheid porque EEUU siguió manteniendo relaciones con el gobierno blanco sudafricano para frenar a la URSS y evitar que el comunismo se extendiese más por el continente africano (Angola, Mozambique...) estando él en la cárcel y después. La caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS fue lo que les hizo fijarse en el apartheid (curioso que éste acabara cuando ya no les hacía falta aliarse con los blancos). Luego si Obama (al que lo que les pase a los negros le tiene sin cuidado como viene demostrando) lamenta la muerte de Mandela es más bien porque en la difícil transición que vivió Sudáfrica, siguieron mandando los mismos, cosa que a EEUU y a  sus secuaces les benefició. 


Mandela tenía por delante un duro trabajo en frenar el odio desatado por las terribles injusticias y dramas que había supuesto el apartheid en la comunidad negra y en intentar que no se ensañasen con la comunidad blanca, a la que siempre intentó tender una mano para que no quedara excluida, pero el poder estaba en manos de la oligarquía blanca (que a los explotadores de sus riquezas les iba muy bien, no fuera caso que llegasen los comunistas y les desmantelaran el negocio) por lo que tuvo que aceptar que se respetasen parte de sus privilegios y la burguesía negra no tuvo ningún inconveniente en aliarse con ellos. El cambio de color de quienes mandaban no afectó a la lucha de clases y siguieron explotados los mismos de siempre.
Cuando Rajoy también hace valoraciones sobre Mandela, no lo hace por la lucha que le llevó a la cárcel, ni por ser comunista y pertenecer al ANC, ni por luchar por la igualdad de su pueblo, ni por su intento continuo de integrar a la comunidad sudafricana; lo hace porque en la "democracia" que se instauró, el capital siguió en manos de Gran Bretaña, EEUU e Israel; sus amigos.



Me parece de todo punto infame que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se atreva a decir que Mandela es un "ejemplo" a seguir que supo "secar las lágrimas" de su país al pasar página al 'apartheid'. Sí, así, sin violencia. Un ejemplo para Israel, cuando Israel tiene un apartheid peor en Palestina; Israel, país que continúa con EEUU emponzoñando el mundo con sus terribles ansias imperialistas y con un desprecio absoluto a las vidas humanas.



Después de los años de prisión por ser líder del brazo armado del CNA, comunista convencido, admirador del proceso cubano, siempre estuvo al lado del partido comunista con quienes mantuvo una estrecha colaboración por considerar que eran los únicos que se habían preocupado realmente de África. No fue que la caída del muro de Berlin trajera nuevos aires de democracia; es que vieron el cielo abierto tras haber acabado con la URSS (ajenos estaban a la amenza que les supondría China) Fue difícil el papel que le tocó jugar a Mandela como presidente una vez legalizada la CNA y aceptado la renuncia a la lucha armada. Las acusaciones hacia la que había sido su mujer, la penosa situación social de odios y rencores en que se hallaba inmersa la sociedad sudafricana…, Mandela debió considerar que una táctica de reconciliación nacional permitiría ir cambiando la situación del país, pero ellos lo tenían todo atado y muy bien atado. No nos engañemos: la hipotética igualdad de blancos y negros no debe hacer olvidar la lucha de clases que sigue existiendo. Los grandes oligarcas blancos, ahora aliados con la oligarquía negra, se siguieron enriqueciendo aprovechando la fuerza de trabajo de los más débiles: los negros. La transición democrática no hizo cambiar de amos, que seguían siendo los mismos pero con distinto color; detrás: las grandes multinacionales que explotaban el país reacias a abandonar el lucrativo negocio se fueron afianzando.

Mandela consiguió que se eliminasen ciertas discriminaciones, que se derogasen leyes abusivas contra los negros, que desapareciese el apartheid sobre el papel, pero la realidad social era otra y la situación no cambio demasiado en la práctica. Un artículo del periodista CharlieKimber que estuvo cuando la masacre de Marikana en la que la policía acribilló a tiros a 34 trabajadores y arrestó a 270, que se manifestaban para exigir mejores condiciones de trabajo y mejores salarios en la mina de platino explotada por empresa inglesa Lomnin (artículo que se encuentra traducido en Rebelión) destaca un comentario  del profesor irlandés Patrick Bond, que trabajó para el Gobierno sudafricano entre el 1994 y 2002, y en este artículo puede leerse: “lo primero que hizo el gobierno interino fue aceptar un préstamo de 850 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. Las condiciones secretas del préstamo, que fueron filtradas a los periódicos, incluían los puntos habituales de los clásicos planes de ajuste estructural: tarifas de importación bajas, recortes en gastos del estado y grandes recortes en los salarios del sector público”. El neoliberalismo se asentó con todas sus consecuencias y el gobierno del CNA viene garantizando los planes imperialistas y haciendo recaer en la población más deprimida el peso de la crisis.
Las demandas de Mandela quedaron aparcadas; un reparto más equitativo de la riqueza, la devolución de las tierras confiscadas a los negros (solamente se han devuelto un 10%)... Pero la opresión sobre la clase trabajadora en un sistema capitalista es inversamente proporcional a sus riquezas y aquí hay muchas. Las minas de oro y diamantes ya despertaron la codicia de ingleses y holandeses a finales del s.XIX y dieron lugar a cruentas guerras (Boers...); ahora las explotan empresas como Anglo-Gold (con capital inglés), Barrick Gold (Canadá) y Newmont Mining (EEUU) pero Sudáfrica tiene más, mucho más: carbón, manganeso, platino



Da igual que ahora persigan o limiten ciertos trabajos a blancos o que lo hiciesen a negros; ahora mandan los negros pero con el dinero de los blancos; sigue siendo terrible la desigualdad y la pobreza, la inseguridad ciudadana, el expolio de sus riquezas, la complicidad del CNA en el gobierno, con las multinacionales... La convivencia no ha deshecho los largos años de racismo; los conflictos en África no son por el color de la piel sino por el color del dinero. La lucha de clases continúa siendo la misma. La única esperanza, las nuevas juventudes del CNA que empiecen con medidas nacionalizadoras y acaben con la sangría del país.

Esto es lo que entristece de la muerte de Mandela, toda una vida de compromiso para haber conseguido esto, esa debía ser su gran frustración. Esta es la frustración que tenemos los que creímos en esas democracias que prometían un mundo mejor. Triste, muy triste ver en que ha quedado la lucha de este gran hombre. Triste que ahora sea aupado por los que frustraron su sueño y siguen dominando el mundo.

Comentarios

Tot Barcelona ha dicho que…
Solo 1 entre millones sale así.
Rompe los esquemas del hombre y su ambición, su rencor, su odio, sus celos y su megalomanía.
Es un tipo que da esperanza..
Se fue una persona única, lo demostró con creces.
Paco Frutos gras ha dicho que…
Excelente y argumentado artículo,Olimpia, sin ditirambos artificiales. Lástima que muchos de su alrededor no siguieran el ejemplo. Paco Frutos.

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