Reflexionando...
El día de reflexión.
He llegado a las nueve de la mañana y he encontrado a un grupo de jóvenes con los que he conversado. Uno estaba intentando convencer a un hombre ya mayor del evolucionismo y hemos acabado hablando de Mendoza. Me ha entusiasmado su empuje y sus ganas de escuchar. Su vehemencia y sus coherencia aunque estuviese avivada por el alcohol. Charlas así son las necesarias y no debieran perderse. Hagamos de la plaza un Ágora en el que podamos encontrarnos y establecer coloquios enriquecedores.
Los carteles un acierto y la guardería genial. Y ni que hablar del huerto...
¡Ojalá esto tengo una continuidad! ¡Mañana más!
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